Martínez Llano deschavó a Niz como buchón

José Rodolfo Martínez Llano soltó sus verdades en un peculiar informe disfrazado de editorial. Allí apuntó una vez más al Fiscal General César Sotelo, al que lo tiene alquilado desde hace bastante tiempo en las páginas de su diario. En su escrito reconoce y no esconde sus molestias: que le hayan hecho un “apriete” a Tato Romero Feris (condenado por cuarta vez), que ratificaran el procesamiento a Arturo Colombi, su socio en el negocio de la publicidad estatal y que revoquen el sobreseimiento de Oscar Aguad, acusado de quedarse con u$s 60 millones de un empréstito al municipio capitalino (hasta la fecha se sigue pagando). De los tres incidentes judiciales, lo que más le preocupó según se supo de sus laderos, fue el caso de Aguad.

Es un secreto a voces que el diputado cordobés “pagó” por la caducidad del expediente que lo involucra en el mayor desfalco a dineros públicos de la historia de Corrientes. Una abogada, que trabajó en el Juzgado de Instrucción Nº5 (Laura Varela) que sustanció el proceso, denunció en su momento que ex interventor federal llegó con un maletín con dinero. Liliana Romero quien se desempeñó en ese tribunal por años, finalmente fue cesanteada de su cargo y hasta apercibida en su matrícula. Sostienen que tiene problemas psicológicos, pero quienes charlan con ella, aseguran todo lo contrario.
Siempre se habló que estuvo en juego alrededor de un millón de dólares para llegar al sobreseimiento de Aguad. Un dato no menor, los juicios políticos que se le pidieron a la jueza Varela nunca prosperaron. La cofradía judicial la protegió.

Mientras se sustanciaba la caducidad de la causa de los 60 millones, Martínez Llano hacía publicó a través de su diario (El Libertador) que la titular del Instrucción Nº5 integraría el Superior Tribunal como ministra del cuerpo. El empresario ganadero había operado sobre el entonces gobernador Arturo Colombi en un evidente tráfico de influencias para ubicar a Laura Varela en el STJ a cambio del sobreseimiento de su amigo mediterráneo. Algo que finalmente sucedería pero no en un todo. Un insólito fallo de Varela determinaría la prescripción de la instancia penal (diciembre 2007), pero la magistrado jamás llegaría al máximo órgano judicial de la provincia. Allí resurge lo del maletín que denunció Romero. Aquel irregular dictamen sería ratificado por un tribunal de alzada (abril 2011), la misma cámara del crimen (Nº1) que también revocaría su procesamiento (julio de 2007). Dos de sus integrantes Alberto Mendíaz y Luís González, llegarían a la justicia de la mano de Martínez Llano y el PJ dentro del marco electoral del Frente de Todos que triunfara en los comicios de 2001. Luís González después del polémico fallo, sería promovido a Juez de la Cámara Federal. Paradójicamente su pliego tendría el voto positivo de Aguad, uno de los vocales del Consejo de la Magistratura. En la grilla de aspirantes, González no estaba entre los primeros. En su momento tuvo entre sus manos la posibilidad de mandarlo a juicio oral al hoy diputado radical, o salvarlo de una segura condena, como finalmente sucedió. La tercera integrante, Cynthia Teresita Godoy Prats, es hija del recientemente jubilado camarista, Luís Ángel Godoy Prats, ligado para su designación en la justicia a José Rodolfo Martínez Llano. El círculo de las coincidencias crece.

El sábado El Libertador (Martínez Llano) salio a ventilar que Ricardo Colombi le habría cortado no sólo el teléfono, sino también el rostro a Sotelo luego de sugestivas reuniones que mantuvo con el oficialismo municipal, vía el concejal Agustín Payes, que culminaron con fallos del Superior Tribunal, entre ellos, la caída del sobreseimiento de Aguad. La resolución del STJ derrumbaría lo que con mucho trabajo, paciencia y dinero construyó el otrora senador provincial (PJ) desaforado en 1994, acusado por un pedido de coima, en un caso sepultado por la justicia del pacto conservador (autonomista-liberal) en eterna amistad con el líder de vamos compañeros.

 

NIZ EL DOBLE AGENTE

En un desliz periodístico, que no deja más que confirmar su incidencia sobre Fernando Niz, Martínez Llano le atribuye al actual ministro del Superior Tribunal de Justicia, “conversaciones secretas” en su despacho oficial con funcionarios de la Secretaría de Inteligencia de la Nación, “quienes desde hace tiempo, por expresa indicación presidencial, están en el seguimiento y monitoreo de la Justicia correntina”. Con poco tacto lo dejaría a Niz como un quinta columna de la Corte provincial, más parecido a un verdadero buchón del Poder Judicial. Desde este lunes pocos y casi nadie querrán entrevistarse con el ex funcionario del mal recordado gobierno de la coalición. Pero si la comúnmente llamada SIDE (tristemente célebre durante la dictadura militar) investiga secretamente a los estrados judiciales de la provincia, como las fauces de El Libertador llegaron al peculiar dato. ¿Niz se lo contó a Martínez Llano? ¿Necesitaría la SIDE justamente un ministro del STJ para que lo alcahuetee? El problema no sería la información que lanza el ex legislador pejotista desde su medio gráfico, sino que existe, un lote de verdaderos ingenuos que le cree.

 

Diario 1588